Este video me pareció interesante. Es material promocional relacionado con el lanzamiento del libro "Odio Barcelona". En este link "Barcelona, una puta de lujo" explican mejor de qué va el libraco.
No he leído el libro, pero sé de que va todo este tema de la "mutación" de Barcelona. En mi humilde opinión, si hubiese vivido en esta ciudad toda mi vida, tal vez estaría impactado de cómo ha cambiado (así como me impacta cada vez que regreso a mi humilde Calama en medio del desierto), pero como recién llevo algunos años mi apreciación sería parcial. Eso si, cuando me pregunto qué me gusta de Barcelona, la lista es enorme. Por ejemplo, me gusta a seguridad en las calles (aún recuerdo la primera noche que regresé a casa caminando desde el Raval como a las 6 de la mañana. Estaba impresionado de la tranquilidad de mi caminata, jejeje), y la posibilidad de poder circular en bicicleta!!! (acá ya me robaronuna, pero creo que en Santiago de Chile ya me habrian pasado algo más). Otra cosa que me gusta es la diversidad cultural y la cantidad de oferta cultural gratuíta, sólo hay que buscar un poco. La calidad de vida es muy buena, buen clima, mar, un sistema de salud al alcance de todos (jamas lo he utilizado pero basta con estar empadronado en Barcelona para tener derecho a salud. Increíble, pero cierto), niveles de ingresos e impuestos razonables y la exigencia laboral es, por decirlo de alguna manera, "flexible" y bien enfocada en el resultado (seguro de cambia de empleo a empleo, pero en mi caso, es así).
Ahora bien, es cierto que la vida es cada vez más cara (hay algún sitio en donde esto no ocurra?) que los alquileres son una locura y ni hablar de comprar un piso, (en esto estoy de acuerdo con cualquier iniciativa que impida que el sector inmobiliario siga desangrando la economía y, voy un poco más lejos, distraiga del verdadero foco sobre el cual Catalunya y España deben basar su desarrollo: el desarrollo de conocimimiento y tecnología) tampoco me gustan los giris o los erasmus borrachos que gritan a las 3 de la mañana cada vez que pasan frente a mi balcón al salir o entrar al barrio de Gracia, o que van meando y vomitando las calles (pero ojo, no sólo son giris!!!. Locales también los hay, y a montones).
En términos generales, quienes venimos de fuera, especialmente de América del Sur, valoramos aquellos aspectos que acá se dan casi por sentado, la seguridad, como ya mencioné, la baja corrupcion de las autoridades, la estabilidad política y social, la buena organización vial y del transporte público, el acceso a la cultura, la puntualidad de los trenes (si, si, a veces fallan), las bibliotecas y su acceso gratis a Internet, la posibilidad de viajar dada la cercanía a innumerables paises y la bajada de precios en los vuelos, que aún voy a la panadería de la esquina, que me saludo con el paki que tiene su negocio frente a mi puerta y con el chino que tiene su "chino" justo abajo.
En fin, volviendo al libro, me parece bien no conformarse con lo que se tiene y seguir empujando para mejorar Barcelona y, más aun, no perder el encanto que aún le queda. También es bueno tener conciencia de los aspectos positivos de la ciudad. Pienso que no todo es tan malo como para "odiarla".
Ahora bien, es cierto que la vida es cada vez más cara (hay algún sitio en donde esto no ocurra?) que los alquileres son una locura y ni hablar de comprar un piso, (en esto estoy de acuerdo con cualquier iniciativa que impida que el sector inmobiliario siga desangrando la economía y, voy un poco más lejos, distraiga del verdadero foco sobre el cual Catalunya y España deben basar su desarrollo: el desarrollo de conocimimiento y tecnología) tampoco me gustan los giris o los erasmus borrachos que gritan a las 3 de la mañana cada vez que pasan frente a mi balcón al salir o entrar al barrio de Gracia, o que van meando y vomitando las calles (pero ojo, no sólo son giris!!!. Locales también los hay, y a montones).
En términos generales, quienes venimos de fuera, especialmente de América del Sur, valoramos aquellos aspectos que acá se dan casi por sentado, la seguridad, como ya mencioné, la baja corrupcion de las autoridades, la estabilidad política y social, la buena organización vial y del transporte público, el acceso a la cultura, la puntualidad de los trenes (si, si, a veces fallan), las bibliotecas y su acceso gratis a Internet, la posibilidad de viajar dada la cercanía a innumerables paises y la bajada de precios en los vuelos, que aún voy a la panadería de la esquina, que me saludo con el paki que tiene su negocio frente a mi puerta y con el chino que tiene su "chino" justo abajo.
En fin, volviendo al libro, me parece bien no conformarse con lo que se tiene y seguir empujando para mejorar Barcelona y, más aun, no perder el encanto que aún le queda. También es bueno tener conciencia de los aspectos positivos de la ciudad. Pienso que no todo es tan malo como para "odiarla".