Volver a Valpo ha sido precioso, y compartir estos momentos con mi familia, inolvidable.
Comenzamos con una pailita marina en "Los Porteños". Continuamos con una paseito por los cerros y un "Vino con Frutas" en el Cinzano. La espera de los fuegos artificiales no fue tan larga como esperábamos, y aunque lo hubiese sido, valia la pena. Las luces del puerto se apagan, todos entonan el himno nacional, las champañas salen al aire mojando intencionalmente a cuantos sea posible, el sonido grave y profundo de sirenas de los barcos y una solitaria bengala marcan el inicio a veintitantos minutos de luces, explosiones, gritos de asombros que terminan con un momento de esos que remecen el alma y ahogan los gritos de asombro por la rapidez de tanta explosión. Valparaiso se ilumina de blanco, y en esta oportunidad también de rojo, bajo miles y miles de explosiones simultaneas. A esas alturas, las lágrimas salían solas.
Dado el comentario, pido disculpas por el imperdonable olvido y hago mención especial al par de pilotos aperrados (hermano y cuñada) que permitieron que al resto (osea, yo) celebrar un Año Nuevo bien "regao". Gracias hermanito y cuñadita!!!!
3 comentarios:
Que buena descripción y buenas fotos... Se que disfrutaste el tiempo con tu familia, y me alegra. Nos vemos en la Nochecita entonces con los chicos en casa de la Yoha.
besos
Oye hueón se te olvido contar las 6 hrs. de viaje que me mamé, tenía el culo hecho bolsa y lo buen copiloto que fuiste mierda. Te quiero hermanito.
Feliz año bien regao guapo!!!
Publicar un comentario